La Ciudad Sagrada Caral
¿Qué es Caral?
Caral fue una ciudad sagrada, ubicada en el valle el río Supe. Tenía una extensión aproximada de 50 hectáreas. Está compuesta por unos 32 conjuntos arquitectónicos, además de una cantidad todavía no precisada de viviendas.
¿Por qué es importante Caral?
Es importante para esclarecer problemas relacionados con la formación del estado y el surgimiento de la civilización en el Perú; el papel de la agricultura, de los recursos naturales; el rol del comercio; y el origen de las ciudades .... se desarrolló entre los 3000 y 11500 años antes de Cristo; 2000 años antes de la construcción de Chavín y por lo menos 3000 años antes de la llegada de los incas al valle.
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Ubicación geográfica de Caral |
¿Qué significa el nombre de Caral?
La palabra “Caral” tiene un origen muy antiguo, posiblemente relacionado con los inicios del idioma quechua. Su significado ha desaparecido, aunque en la región quedan otras palabras similares (“Huaral” por ejemplo). En cuanto al nombre del valle y del río Supe, éste provendría de “Supay”, que en quechua significa diablo, pero también tendría relación con lo sagrado, venerado y que se resiste a desaparecer.
¿Qué sucedía en el Perú?
¿Qué sucedía en el valle de Supe en dicho tiempo?
Junto con Caral, surgían varios centros urbanos. Hay hasta 19 establecimientos coetáneos con Caral, que tienen construcciones públicas, como por ejemplo el sitio de Chupacigarro a solamente1 kilómetro de distancia hacia el oeste, así como los sitios de Penco, Allpacto, Pueblo Nuevo, Piedra Parada, Huacachi, entre otros.
¿Cómo era el valle de Supe en aquellos tiempos?
Era más verde y con mayor variedad de plantas y animales que en la actualidad. Este valle no tiene mucha gradiente, lo cual pudo ser útil para agricultura. Asimismo, la napa freática está muy cerca de la superficie, y aún hoy se observan afloramientos de agua y canales de riego que aprovechan dichas fuentes.
Cerca de ellos y en las márgenes del río crecen plantas como el huarango, el pájaro bobo, la caña brava, el achiote, el guayabo, la totora, el junco, etc., que conforman la vegetación conocida como “monte ribereño”, muy propicia, además, para el sustento de una variada vida animal. Durante la temporada de invierno, los cerros se convierten en lomas, donde viven vizcachas y venados. Esta suma de condiciones y recursos debió ser aprovechada por los antiguos pobladores del valle.
LA VIDA EN CARAL:
¿Cómo eran sus viviendas?
¿Quiénes dirigían o gobernaban Caral?
Dentro de la sociedad de Caral estaban los sacerdotes, quienes dirigían a la población a través del conocimiento que acumularon astronomía, manejo del espacio y control del tiempo, necesarios para las actividades agrícolas y las construcciones de las estructuras arquitectónicas. Ellos conducían también el almacenamiento, distribución e intercambio de bienes, ya sea a escala local, regional e interregional.
¿En qué trabajaban?
Existieron personas especialmente en el intercambio de algodón – producían grandes cantidades – con otros grupos (como pescadores y habitantes de valles serranos), para obtener su trueque, ciertos productos, tales como pescado, moluscos, huayruro, madera del lloque, achiote, tutumo, etc.
¿A qué se dedicó la mayoría de la población?
La mayoría de la población se dedicó a la producción de algodón, así como al cultivo de vegetales para su alimentación. Trabajaron también en la recolectación y caza de los recursos del monto y de las lomas, y en la construcción de los templos.
¿Cómo era su religión?
¿Qué comían y cómo los conseguían?
Los habitantes de Caral conseguían sus alimentos, tanto de la agricultura (zapallos y calabazas), como del intercambio de productos con los pescadores (anchovetas, sardinas, choros y machas), así como del aprovechamiento de los recursos de las lomas del río y del monto ribereño, sus excedentes de producción almacenaron en depósitos o construidos para el caso.
¿Qué tipo de arte tenían en Caral?
En ese período aún no se desarrollaba la cerámica. A pesar de ello, serían encontrado figurinas de arcilla no quemadas, comunes a otras sociedad contemporáneas. Asimismo, se ha hablado de una flauta de hueso de pelicano, que tuvo relación con el conocimiento de la música. Este instrumento formó parte de un elaborado ritual de enterramiento arquitectónico. Decoraban algunos recintos con altorrelieves. También, en sus tejidos, ejecutaron complejos diseños. Se han recuperado además, cuentas de piedra y moluscos, abalorios de hueso con decoraciones.
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